Las lentes son un tipo especial de herramienta que mejora nuestra visión al enfocar y desviar la luz. También son un factor importante en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Existen distintos tipos de lentes, pero algunos de los más destacados son las lentes esféricas y las lentes cilíndricas. Estas lentes corrigen problemas de visión que tienen muchas personas, pero lo hacen de formas ligeramente diferentes.
Las lentes son generalmente esféricas (curvadas en todas direcciones como una pelota). Son muy útiles y se utilizan para corregir la mayoría de los problemas de visión, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, etc. Las lentes esféricas desvían la luz de manera que la luz que pasa a través de ellas se enfoque correctamente en la retina, una parte del ojo. La retina es importante porque transmite señales a nuestro cerebro para construir las imágenes que observamos. Cuando la luz no llega correctamente, nos cuesta ver los objetos con claridad.
Las lentes cilíndricas son ligeramente diferentes. Solo se doblan en una dirección, como lo haría un cilindro. Estas lentes están diseñadas específicamente para corregir una afección conocida como astigmatismo, que puede hacer que las imágenes se vuelvan borrosas y poco claras. El astigmatismo se produce cuando la córnea, la parte exterior transparente de nuestro ojo, tiene una forma desigual. Esto hace que la luz se doble de manera no uniforme y da como resultado imágenes distorsionadas. Las lentes cilíndricas corrigen esto porque enfocan la luz más en una dirección que en la otra, lo que brinda mayor claridad y enfoque a las imágenes.
Existen principalmente dos tipos de lentes esféricas: las cóncavas y las convexas. Las cóncavas son más delgadas en el centro que en los bordes y refractan la luz hacia afuera, lo que puede corregir algunos problemas de visión. Por el contrario, las convexas son más gruesas en el centro que en los bordes y permiten desviar la luz hacia adentro, lo que permite enfocarla mejor. Con una combinación de lentes cóncavas y convexas, las personas pueden ver mucho más claro.
Como hemos dicho antes, las lentes cilíndricas se utilizan para corregir el astigmatismo. En el astigmatismo, la córnea no tiene una forma completamente redonda. Esta forma irregular refracta la luz de forma diferente, lo que produce borrosidad. Aquí es donde entran en juego las lentes cilíndricas. Se curvan de arriba a abajo, desviando más la luz en esa dirección. Esto permite que la luz se enfoque correctamente en la retina, lo que mejora significativamente la visión de la persona.
Un examen ocular realizado por un oftalmólogo ayudará a determinar los lentes exactos que necesita una persona. En este examen, el médico evaluará la curvatura de la córnea, verá si el paciente es miope o hipermétrope y medirá el grado de astigmatismo. Después de todas las pruebas, el médico recetará lentes específicos para corregir el problema de visión del paciente.
En algunos casos, las personas con un alto grado de astigmatismo deben usar una combinación de lentes esféricas y cilíndricas. Estas lentes específicas se denominan lentes tóricas. Están diseñadas para ayudar con la miopía o la hipermetropía, además de corregir toda la visión borrosa causada por el astigmatismo. Las lentes tóricas no solo están curvadas en una dirección como un par de lentes cilíndricas; también tienen una pequeña curva en la dirección opuesta, como una lente esférica. Esto remodela la parte delgada de la cubierta transparente en frente del ojo, la córnea, y para admitir la luz forma líneas adecuadas para que los ojos puedan ver perfectamente.
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